Maravillas de nuestros tiempos.
GUADALAJARA.- La segunda ciudad más grande de la república mexicana, Guadalajara, tiene ciertas particularidades que la marcan como un lugar único en el mundo.
A pesar de ostentarse como ciudad, es más bien un mega-rancho, donde los paseos es caballo se practican en las principales avenidas, al igual que las carreras de coches. Su fauna incluye una zona centrica infestada de ratas y su equivalente alado: Palomas, que lentamente se tragan los edificios que adornan esta hermosa y leal ciudad.
Pero lo más característico de esta llamada Perla de Occidente no es el tequila, el mariachi o las jericallas, sino nuestros políticos, iluminados por ese magnifico foco llamado "estupidez", nos regalan todos los días ejemplos de que en esta vida es posible llegar muy alto a pesar de ser muy imbécil, como el gobernador, Emilio González Márquez (en la foto...adivina cual de los dos), un Ned Flanders con el cerebro de una babosa, que declaró, textualmente, lo siguiente cuando le preguntaron si repartiría condones entre la población del estado para evitar el avance del VIH:
"Déjame llevarlo a un grado chusco: ¿por qué nada más condones? Vamos repartiendo un six de cerveza y vamos dando el vale para el motel, de modo que el gobierno pague la diversión de los jóvenes. Oye, no. No le toca al gobierno pagar cervezas ni el motel; bueno, creo que tampoco le toca, en la comunidad en general, repartir condones"
Desafortunadamente, la diarrea mental de nuestro gober no se detuvo con lo anterior, y es que los malosos reporteros, no quitaron a tiempo los microfonos y las grabadoras:
"(A los homosexuales si hay que darles) porque ahí está considerado como un alto riesgo de poder contraer el sida. Entonces, ahí sí le toca al gobierno hacer conciencia y aportar los condones"
Con esto, oficialmente la ciudad de Guadalajara pasa del 2007 al jurásico, en espera que que caiga un meteorito y acabe con....las palomas.
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