El América, campeón de las sonrisas

Pierde, pierde, y nos da mucha risa

Sarandí.- La noche era fría. Los niños jugaban con sus pelotas, las pelotas eran redondas y tenían radio de 360º. Y por el otro radio, el de frecuencia, la transmición del partido daba cuenta de lo sucedido en el estadio de Velez: Arsenal de Argentina 1-2 América de México. Otra vez, como suele suceder, el América perdió miserablemente una final "seria".
Los "agiluchos" de Coapa han levantado en un par de ocasiones la copa de Campeón mexicano. La primera ganándole a su filial, el Necaxa, en un juego más predecible que el final de Titanic.
El segundo título fue ante los Tecos, una caricatura de equipo que fue de vacaciones al D.F., más interesados en conocer Perisur y La Condesa que en jugar fútbol.
Ahora, el América jugó una final ante un equipo marrullero, canchero y para colmo argentino, cuyo colmillo en el juego sólo es superado por el enorme tamaño de su nariz. Y como siempre, como le pasó con Boca, América se achico. Duilio Davino, el "capitán" del equipo esta más preocupado en grabar comerciales de Wal Mart que en meter la pata. Paco Memo, el portero, debió tener miedo de que su peinado se dañara, y prefirió no tirarse, no lo fuera a morder una hormiga en su cutis de nena.
La defensa de América fue tan efectiva deteniendo a los argentinos, como la patrulla fronteriza deteniendo a los mexicanos. Una coladera.
Dos palabras de consuelo para los americanistas, hermanos chilangos en especial: ja-ja.